En nuestra clase, al igual que en el día a día de cualquier trabajo, las responsabilidades se encuentran repartidas entre todos los miembros que la componemos.
Cada uno de nosotros tiene su función, y es muy importante que la llevemos a cabo para que todo marche correctamente.
Por esto, cada día por la mañana una persona coloca la fecha y otra revisa los niños y niñas que han venido a clase y los que se han quedado en casa.
Otra persona se ocupa de anotar cuántos niños comen ese día en comedor, algo que facilita mucho la labor del personal de comedor y que también nos anticipa a todos qué pasara ese día durante el mediodía.
Por otro lado, otro cargo del día es colocar las materias que tendremos a lo largo de la jornada, y de quitarlas a medida que van pasando, lo que nos ayuda de nuevo a anticipar y organizarnos.
Además, en clase tenemos una nueva compañera que necesita beber cada cierto tiempo, por eso cada viernes, el encargado se ocupa de regarla para que se encuentre bien siempre.